
lunes, 30 de enero de 2012
Gracias a ti no creo en el amor.
Ganas de llorar, de llenar el vacio que tu dejaste , en mi interior queda dolor, odio y amor, me enamoraste y me perdiste por dejarme marchar, tras machacar mis sentimientos, que no paran de llorar. Ya no confio, ni creo en nada por tu culpa. Tu nunca sentiras lo que yo senti por tí, nunca. Creí en el infinito, por una vez en vida, y ví como su fin llegaba, abría mucho más mi herida. Querido, esta es mi despedida para tí, que odia hasta mi odio, ¿Por qué te conocí? Soy feliz, pero es que eso solo dura unos segundos, que sepas que para esta niña fuiste mucho más que un mundo. Me pregunto ¿por qué te recuerdo? Si quiero olvidarte. Por qué te lo dí todo y tu dejaste de amarme. A veces sigo preguntándole a mi subconciente, por que en el fondo sé que hay una parte de mí que me entiende. Para mí fue como una muerte lenta y muy dolorosa, de entre todas las rosas negras eras la mas hermosa. Osaste entrar en un ser prácticamente impenetrable, y te marchaste con un corazón que no era de nadie.
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